Testimonio de un alma consagrada
“Me amó y se entregó por mí” Gal. 2,20
Mi historia de encuentro con Jesús comenzó con un caer en la
cuenta, con un ser consciente de la Presencia de Alguien más fuerte que yo, que me interrogaba en un
momento crucial de mi vida, y desde ese momento nada fue igual…
Transcurría el año 2008, año en que felizmente, en el mes de
febrero, me graduaba en el Instituto Tecnológico de Oaxaca, México; como todo
lo que inicia llega a su fin, yo estaba feliz de haber logrado terminar mi
carrera, me sentía orgullosa por el esfuerzo y la dedicación de estos años y
por el empeño de mi familia en mi formación académica.
La semana santa de ese mismo año, pedí permiso a mi madre y
me fui de misiones, era algo que desde hacía mucho quería hacer pero que por
una cosa u otra había tenido que esperar, así que me fui de misiones con hna.
Sara, Hermana Carmelita de San José, fue una experiencia que me despertó
inquietud por algo más… no sé qué era… pero esas misiones no me dejaron igual…
En la semana de Pascua, me invitaron las hermanas a una
“Jornada Vocacional” en Santiago de Querétaro, distaba de Oaxaca más o menos
unas 15 horas de viaje, y aunque mi mamá no lo veía con buenos ojos, me dejó
ir… puedo matizar que mi familia es muy creyente, pero incluso ahí la voz de
Dios es un poco extraña… puedo decir que
generalmente no contradecía mucho a
mi mamá pero está vez tuve que plantarme y aferrarme air a Querétaro.
Esa jornada se llevó a cabo del martes al sábado, en ese
tiempo vivíamos internas en el convento y se nos hablaba de lo importante que
es nuestra vida, de la misión que llevamos dentro y que algún día necesitamos
descubrir, fuimos alrededor de 35 jóvenes de diferentes partes de la República,
y la convivencia fue muy amena.
En la jornada me percaté que aunque yo creía que era libre,
me sentía muy condicionada por lo que dicen los demás de mí, puede percibir
hasta donde la sociedad y los usos y costumbres estaban tan arraigados en mí,
por ejemplo, siempre pensé que después de estudiar y trabajar lo que seguía en
mi vida era casarme, y con esa idea iba yo a la jornada, y ahí descubrí como
una llamada en mi interior, ¿En verdad quieres casarte?, ¿Qué quieres tú?¿Qué
quieres ser? Unas preguntas para las cuales no obtuve respuesta.
Regresé a casa, buscando esas respuestas a las interrogantes de mi vida, esas
respuestas que sólo yo las tenía, pero que por muchas circunstancias no podía
descubrir. Deseaba regresar a la casa de
formación a iniciar una experiencia en la vida religiosa, y cuando se lo dije a
mi madre, la verdad, no le hizo mucha gracia, pero yo sabía que Alguien más
fuerte que yo me ayudaba a dar este paso, mi familia sufrió un rompimiento, a
mi madre por el gran amor que me tiene, prefirió no volverme a ver… y salí así de casa pero con la
esperanza de algún día volver de otra manera…
El 20 de agosto, día de San Bernardo, llegaba a Querétaro,
era al lugar donde quería estar aunque no llegaba de la manera que a mí me gustaría llegar…
En ese tiempo vivía una experiencia de Fe, es decir, descubrí como no es lo mismo decir “Señor,
Señor…” que decir “Heme aquí”, la
diferencia entre lo que decimos con la boca y lo en verdad hacemos…
Y, Qué me hizo decidir irme de casa…pues Dios mismo me dio la
respuesta, cierto que Dios nos manda a Amar a nuestros Padres, pero antes nos
invita a Amarlo a Él con todas las fuerzas de nuestro corazón.
Hice un tiempo de Aspirantado y un año de Postulantado, y en
lo cotidiano de la vida sentía como Dios me iba confirmando mi vocación… y me
daba la certeza de estar en el lugar correcto.
Aprendí a valorar y aceptar las nuevas formas de vivir, y me
sentía muy contenta no sólo por lo que hacía, sino más bien por lo que era,
descubrí que había muchas cosas que aprender y otras que desaprender y en todo
momento me sentí muy acompañada por la comunidad, tanto las hermanas como por
mis compañeras de camino.
El 24 de mayo de 2010 iniciaba una nueva etapa en mi
formación, en Barcelona. Y el 15 de julio de 2010 entramos 3 jóvenes al
noviciado, una etapa en la cual se busca más en el silencio y la oración, a
Aquel por el que estás aquí, Aquel que da sentido a tu ser de cada día…
conocemos más a nuestra congregación y a nuestra fundadora venerable Madre Rosa.
El 15 de julio de 2012 hacia mi primera profesión de votos:
Obediencia, Pobreza y Castidad; para mí era un decir “Gracias Dios por todos
tus beneficios y por tu presencia en mi vida”
En el año 2013 volví a México, y recuerdo el encuentro con
una amiga, que me dijo ¡jamás hubiera imaginado que Tú serías monja! Y me
sonreí y le dije ¡ni yo tampoco!, en ese momento me di cuenta que si estaba
aquí y así de feliz, era sencillamente porque Alguien me había mirado con Amor
y Misericordia, Dios. Descubrí que no era yo quien lo había planeado, que si
sucedía era sólo por el amor que Dios me tiene, yo sólo había respondido.
Ahora en mi interior me siento muy desbordada por la
Misericordia de Dios, porque el 16 de julio de 2019, Dios me hará Carmelita
para siempre.
Es verdad que la vida no me ha sido fácil, pero siempre Él ha estado conmigo, hoy
descubro y hago vida en mi interior su palabra y mensaje: “los mandó por delante, a todos
los pueblos y lugares donde pensaba ir”Lc. 10,1 y si estoy aquí es
porque él pensaba estar aquí contigo y ahora vivo mi vida, creyendo en el Hijo
de Dios que “me amó y se entregó por mí” Gal 2,20
Hna. Eva Luz González López CSJ
Dios bendiga su vida y trabajo🙏 en eete hermoso servicio que hacen
ResponderEliminar