Salmo de la Carmelita de San José
¡QUE DETALLE SEÑOR!
Que detalle Señor
has tenido conmigo, cuando me llamaste
a ser carmelita de san
José, a vivir con sencillez y alegría mi consagración. Cuando me elegiste y me prometiste tu fuerza para dar el paso
más importante, el SI, en fidelidad y constancia.
Cuando me
dijiste que tu eras mi amigo, y estarías en cada paso de mi vida
mostrándome lo que realmente es importante en ella.
Que detalle Señor
has tenido conmigo por elegirme como tu esposa a quien has prometido una
descendencia por heredad y mil bendiciones.
Te acercaste a mi puerta pronunciaste mi nombre, yo
temblando te dije aquí estoy Señor y hoy continuo diciéndote si,
a una vida de sencillez como la que me enseña San José en su
humildad, y de confianza, como María en medio de la incertidumbre y el dolor.
Tu me
hablabas de un tesoro escondido, y lo he encontrado, ese tesoro eres tu a quien
tengo por lo mejor que me ha podido pasar.
Es verdad Jesús, han pasado los años y aunque
aprieta el cansancio, Y la responsabilidad, también vivo muchas
experiencias gratificantes que me dan fuerza para continuar paso a paso sin
mirar hacia atrás.
Gracias señor por la alegría que
siento cuando digo tu nombre, por el sosiego que me inunda cuando oigo
tu voz, que en el silencio
aviva mi interior.
¡Gracias señor por
mi vocación de carmelita de San José!
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